Los niños de 1º de Infantil, nos fuimos de paseo, para observar el aspecto de los árboles, en esta época el año.
A lo largo del recorrido, nos fijamos en los que tienen diferentes nombres (pino, olivo, litonero, palmera, sauce llorón, chopo, etc.), y buscamos las diferencias o semejanzas que había entre ellos (en su tronco, en su copa, en sus hojas, etc.).
Una de las características que destacamos en ellos, fue si eran caducos o perennes, observando si sus hojas dejaban de ser verdes y se volvían amarillas, o marrones, o rojas, o anaranjadas, etc.
Fue muy divertido coger muchas de ellas que ya se habían caído al suelo, y encontrar otras sorpresas otoñales, como aceitunas, piñas, u otros frutos silvestres.
Para terminar nuestro paseo, observamos también algunos de los árboles que están en el patio exterior de nuestro colegio (¡seguro que tienen muchos años!, porque son altísimos y tienen troncos muy gruesos.).
¿Queréis saber cómo se llama uno de ellos?: ¡CASTAÑO DE INDIAS!, el árbol al que se le caen las castañas que tanto nos gusta coger a los niños para jugar. Por eso, lo hemos representado en las ventanas de nuestro cole, y lo hemos conocido (sus hojas, su fruto y su envoltorio llamado “erizo”, etc.).
¡Nos lo pasamos fenomenal!: lanzando hojas, amontonándolas, pisándolas, estrujándolas,…!
Luego, con todas las hojas que recogimos durante el paseo, reconocimos sus distintos colores, tamaños, y sobre todo, sus distintas formas y bordes. También, nos dimos cuenta de que un mismo árbol, puede tener hojas más grandes o pequeñas, e incluso marrones o amarillas, pero no de diferente “dibujo”. Conforme a esto, las clasificamos, y adivinamos cuáles eran del mismo árbol.
Además de estas actividades, hemos hecho muchas más, para conocer mejor al otoño:
- UN MURAL CON LOS COLORES DEL “AUTUMN” (red, yellow, orange, brown, and green), en el que estrenamos “nuestras camisetas de artistas” para utilizar la pintura de dedo a través de diversos utensilios (rodillos, esponjas, pinceles, sprays, nuestras manos, etc).
- UNA DEGUSTACIÓN DEL “DULCE DE MEMBRILLO”, que la mamá de una compañera (Daniela) elaboró. Nosotros jugamos a cocinarlo, siguiendo la receta que ella nos dio. Muchos de nosotros, nunca lo habíamos probado, y nos encantó: su color, su olor, su textura, y…su sabor.
También, una niña (Inés) nos trajo en una cestita muchos “MADROÑOS”, unos frutos silvestres (bolitas naranjas y rojas, con piel granulosa, similar a las moras), que cogió con sus papás, paseando por el campo.
- NOS MAQUILLAMOS LA CARA CON “ALGO TÍPICO DEL OTOÑO” (setas, frutos secos, viento, lluvia, etc.). ¡Qué guapos estábamos!.
- EXPERIMENTAMOS CON NUESTROS SOPLOS, abanicos, ventilador, etc., cómo algunas cosas (según su forma, tamaño, o peso) se pueden desplazar, o no, cuando hace viento.
Relacionamos las distintas intensidades del viento (brisa, cierzo, y huracán), con el cuento de “Los tres cerditos”, y utilizando los materiales de sus casitas (un poco de paja, palitos de madera, y trozos de ladrillo) comprobamos con nuestro “metro-tabla” cuánto se desplazaban al soplarles: las pajitas, hasta el nº 7; los palitos, hasta el nº 3; y los trozos de ladrillo, se quedaron en el nº 0.
- LLEVAMOS A LA CLASE INSTRUMENTOS MUSICALES DE VIENTO (trompeta, saxofón, flauta, corneta, armónica, gaita, bocina, silbato, etc.), y hemos aprendido algunas de sus características (semejanzas y diferencias) para aprender a clasificarlos, y sobre todo, para aprender a tocarlos: ¡ya sabemos soplar sonidos cortos o largos!.
Pero…,¿queréis saber quién, de verdad, tocó mejor su instrumento musical de viento?: ¡ADRIÁN! (hermano de la maestra Mónica) que con su “trombón de varas”, nos tocó varias canciones (hasta la de San Lorenzo, y el cumpleaños feliz). Nos enseñó que podía tocar muchísimas “notas musicales”, cada una con una “voz” diferente (más graves o agudos) y nos hizo sonidos muy divertidos (un abejorro, un coche de carreras, etc.).
¡Gracias, Adrián, por tu buena música, y por tu buen sentido del humor!.
- Después de tanto jugar a soplar, averiguamos de dónde venía el aire que sacábamos, y tras muchas opiniones, DESCUBRIMOS A “NUESTRO APARATO RESPIRATORIO”:
. Cogemos el aire del exterior con nuestra nariz (que tiene 2 fosas nasales con pelillos), aunque también podemos cogerlo con nuestra boca, pero no es saludable.
. Desde la nariz, el aire pasa por la traquea (como un tubo que llega hasta el centro de nuestro pecho).
. Luego la traquea se divide en 2 partes, y en cada una de ellas hay un pulmón.
. Los 2 pulmones pueden estar “hinchados” (cuando los llenamos con aire), y “deshinchados” (cuando ya no tienen aire).
. A veces, nuestros pulmones pueden dañarse, si se nos mete el virus de la neumonía, o cuando respiramos aire “sucio-contaminado” (humo de los tubos de escape, humo del tabaco, humo de las chimeneas, etc.).
En relación al tema de la contaminación del aire, vimos lo importante que eran los árboles y las plantas, ya que nos ayudan a limpiarlo. ¡Cuántos más árboles, mejor!.
Por supuesto, la lluvia también es una “gran limpiadora” del aire, y además muy importante en el otoño, ya que gracias a ella, crecen las setas en los bosques, y los caracoles pasean muy contentos.
A los niños nos encanta la lluvia porque podemos llevar nuestros paraguas, chubasqueros, y botas de agua. ¡Mirad que bien nos lo pasamos un día, saliendo un ratito al exterior, para celebrar que estaba lloviendo!
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