"SI ME MIRO EN EL ESPEJO..., DESCUBRO QUE:
TODOS SOMOS GENIALES, AUNQUE NO SEAMOS IGUALES"
Después de la primera publicación sobre nuestra vuelta al cole, nuestras tutoras convocaron a nuestros padres a una reunión, en la que ya les anunciaron que íbamos a comenzar nuestro proyecto: "Si me miro en el espejo...". Desde entonces, hemos aprendido mucho sobre nuestra imagen exterior.
Incluso, llevamos muñecos de nuestra casa, para describirlos, compararlos, y agruparlos según fueran rubios, morenos, castaños, y pelirrojos.
Dos compañeras, nos trajeron unos libros muy grandes, ¡"de mayores"!, en los que reconocimos los cuadros de "Los Girasoles", "El almendro en flor", "Los lirios","La habitación de Arlés", "La noche estrellada"...
Otra actividad que nos ha gustado mucho, ha sido la visita que hicimos a la farmacia "Otal", en la que muy amablemente, accedieron a medirnos y pesarnos, colocándonos en su báscula "especial". Y como nos portamos tan bien, ¡hasta nos regalaron unas piruletas!.
Con los datos de nuestras alturas, realizamos un mural para reflejar lo que medimos, coloreando cada uno "nuestra barra vertical". Fue así, cómo reconocimos qué niños eran los más bajitos y los más altos, y formamos "una serie de alto/bajo". Por supuesto, nos quedó muy claro, que ser más bajo, no quiere decir ser más pequeños; ni al revés, y lo comprobamos, conociendo algunos niños de las clases de 5 años, cuya altura era menor que algunos de nosotros.
Además de haber comprobado que nuestras alturas son diferentes, también hemos pensado qué nos diferencia a los niños de las niñas. Dijimos: "llevar pendientes o no", "no llevar faldas", "tener el pelo largo/corto"... Pero tras conocer ejemplos que nos hicieron tener dudas, y con nuestros "muñecos bebés", averiguamos la parte de nuestro cuerpo que realmente nos distingue: ¿adivinais cuál es?...
Con todo lo dicho y mostrado, hemos aprendido fundamentalmente, que: "AUNQUE NO SEAMOS IGUALES... ¡TODOS SOMOS GENIALES!", porque además de conocernos mejor "por fuera", hemos descubierto, que la verdadera belleza, se encuentra "en nuestro corazón".
Esto lo comprendimos muy bien, con las historias del "Patito Feo" y de "Blancanieves", a través de las cuales, hemos trabajado nuestra "AUTOESTIMA" y el "RESPETO".
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