Los niños de 4 años, a través de un cuento, hemos conocido la hª de una niña africana llamada “Yamina”, quién ayudó a un elefantito cuando lo encontró al lado de su mamá, que estaba herida por culpa de unos cazadores furtivos.
Yamina se hizo muy amiga de él, y le puso de nombre
“Kendi”, que significa “amado”, y aunque éste se hizo mayor, se encontraban siempre
que podían …
En el cuento, nos dijeron que vivían en Costa de
Marfil, y con la ayuda de nuestras maestras, hemos investigado dónde se sitúa
este país, el nuestro, y un poco más sobre “la geografía” de nuestro planeta
Tierra.
Con la canción “Rap de los continentes”, ha sido muy
divertido descubrir cuántos hay (¿4, 5, 6, o 7?).
Nosotros hemos aprendido que hay 6, y ya sabemos que
Costa de Marfil está en el de África;
que España está en el de Europa; que
la India, el país de la Hna. Anita, en el de Asia; que los canguros viven en Australia, en el de Oceanía; que Cuba (lugar elegido para
nuestro proyecto solidario), pertenece al de América; y por último, que en el de la Antártida, casi no vive nadie porque está totalmente helado.
En el cuento, se nos dijo que vivían en Costa de
Marfil, y con la ayuda de nuestras maestras, hemos investigado un poco sobre
“la geografía” de nuestro planeta Tierra.
Con mucha ilusión, emprendimos “nuestro viaje
imaginario” hacia el continente africano.
¡Era enorme!, así que nos dejamos guiar por Yamina y
kendi.
Primeramente, nos mostraron cómo era su país, y nos
indicaron su pueblo: Kombora-dougou.
¿Sabéis que allí, igual que en Cuba, viven como
misioneras unas Hnas. de Sta. Ana?. Les ayudan de muchas maneras, mediante la
alimentación, la enseñanza, la sanidad, en la maternidad, la formación a las
mujeres,etc.
Enseguida nos dimos cuenta, de que Yamina no vive
como nosotros, tienen menos comodidades, pero es feliz con lo poco que tiene,
con el cariño de su familia, y aunque tiene dificultades para ir a estudiar, es
muy responsable. De mayor, quiere colaborar con las personas
misioneras.
Sueña con que algún día, “los africanos puedan ser
dueños de sus tesoros naturales” (cultivos agrícolas, como el cacao, la caña de azúcar, el café, el algodón; y también minerales, petróleo, diamantes, etc.)
Y hablando de tesoros, el elefante kendi, nos mostró
“la gran riqueza de fauna africana” con la que vive: ¡sorprendentes animales!...
Para conocerlos mejor, cada uno de nosotros, realizamos
una ficha sobre alguno de ellos.
Con ayuda de nuestros padres, buscamos fotos y
averigüemos dónde vivía, cómo era, qué comía, etc.
De algunos, ya conocíamos sus nombres, pero descubrimos
muchísimos más, que no sabíamos ni que existían (pangolín, zorro fenec, lémur,
nú, etc.), y también en qué lugares preferían vivir (desierto, sabana, o
selva). Ha sido emocionante ver vídeos que nos explicaban
cómo eran esos paisajes, y nos mostraban “en vivo”, cómo vivían “en libertad”…
Luego, nos hacía ilusión identificarlos en los cuentos
y libros, y jugar con todos los animales de juguete que llevamos. También los
clasificamos, los describimos, e incluso llevamos a la práctica la estrategia
de aprendizaje “Compara y Contrasta”.
Además, vimos la película del “Rey León”, en la que
reconocimos al facóquero, al mono babuino, a los suricatas, a las hienas, etc.;
y aunque en el título de esta película, se considera como “Rey” al león, le
explicamos a nuestro elefante “kendi”, que él es muy famoso en España. Tanto ...,
que nos sabemos muchas poesías, adivinanzas, y canciones sobre él.
Incluso, le presentamos a un pintor español,
“Salvador Dalí”, que hizo muchos cuadros representando elefantes, pero un poco
extraños, ya que él era un artista “surrealista”, y no reflejaba la realidad,
sino lo que soñaba o se imaginaba.
Nosotros reproducimos una obra de Dalí, “Los Elefantes”,
con unas patas larguísimas y flacas…
Descubrimos muchas curiosidades sobre él: su
admiración por Velázquez (de quien “se copió” su bigote), y por el Quijote, con
quien compartía “su locura”; que en la película “Dumbo” realizó la escena de
“los elefantes rosas”; y que también fue el creador del logo de la marca
“Chupa-chus”.
Tras conocer tanto sobre Salvador Dalí, nos
convertimos en “sus fans”, y quisimos homenajearle, pintándonos un bigote como
él. Además, nuestra compañera Lara, nos trajo chupa-chups de su tienda, y nos
lo pasamos genial, posando como Dalí, con sus mismos “ojos, abiertos como platos”.
Sin embargo, algunas de sus obras daban un poco de
miedo, porque eran como “pesadillas”… Y hablando de miedo, Yamina nos advirtió,
del animal más temido en África: ¡la serpiente “Mamba Negra”!.
Suele atacar
inesperadamente a muchos africanos, y aunque sea delgada, es muy venenosa,
rápida, y puede medir hasta 4 metros. Su nombre se debe al color del interior
de su boca, no de su piel.
También existe la “Mamba Verde”, pero muy diferente
a la otra.
Vimos vídeos sobre ella, y nos quedamos “helados”…
Así que, para “entrar en calor”, y liberamos de la
tensión, fuimos a "un concierto africano", de percusión (Balafón, D`jembé con orejas,
Doudunes, Chéquere, Tamani, etc.)
El grupo que actuó lo componen: Raúl (papá de Mauro,
un niño de 3 años), Coke, y Adil (de Marruecos).
Raúl ha viajado varias veces a África, concretamente
al mismo pueblo de Komboro-dougou, donde lleva a cabo un proyecto solidario
(www.fotamana.es), y colabora con las Hnas. de Sta. Ana.
Él nos contó unas leyendas muy bonitas sobre algunos
instrumentos musicales.
Todos los niños bailamos, literalmente, “como si fuéramos
animales”, al son de la música, y nos convertíamos “en árboles”, cuando paraban
de tocar.
Además, fuimos subiendo al escenario para probar a
tocarlos, y nos encantó la experiencia, la cual compartimos con los niños de 3
años.
Muchas gracias por visitarnos, y ofrecernos “una muestra” de lo intensa y alegre que es la música
africana.
Observamos que los instrumentos estaban realizados
artesanalmente, con calabazas, piel…, y madera.
Este último material, es muy importante en África
(existen tipos de árboles muy valorados), y la utilizan en los poblados para la
construcción de sus casas, elaborar utensilios, e incluso para la realización
de figuras decorativas, y sus famosas “máscaras africanas”.
Precisamente, para celebrar la fiesta de despedida a
nuestro proyecto sobre África, nos hicimos una cada niño. Fue una actividad
plástica muy chula, en la que usamos punzones, ceras blandas, plastilina,
pegatinas, plumas… y hasta conseguimos que la máscara resultara divertida, a
pesar de que todas sean serias, o tengan cara "de personajes terroríficos".
El día de la fiesta, merendamos plátano (una de las
frutas típicas de Costa de Martil), y bailamos con nuestras máscaras, al ritmo
de la canción “waka waka”, famosa por el campeonato mundial de fútbol que se
celebró en Suráfrica.
Por cierto, de allí, hemos conocido a Nelson
Mandela, que recibió el premio Nobel de la Paz.
Él detestaba la violencia, y “combatió” las injusticias
por medio del diálogo, siendo ejemplo de solidaridad con el mal trato a los
africanos.Al igual que nuestra querida “María Rafols”, por
hacer el bien, fue encarcelado. Durante 25 años, aunque le ofrecieron la
liberación, él la rechazaba, porque no liberaban a sus amigos presos por la misma
causa.
Esta forma de actuar (prefiriendo “el bien de todos”
antes que “el bien individual”), se denomina “UBUNTU”, y gracias a Nelson
Mandela, se hizo popular y contribuyó a mejorar LA PAZ.
Nosotros también queremos practicar la paz, sobre
todo entre nuestros compañeros, y quisimos demostrarlo con el sencillo gesto de
regalarnos un mensaje de amor, con sentido del humor:
"TE QUIERO UNA ANIMALADA"
Para terminar, os aconsejamos esta poesía, que a
nosotros nos ha gustado:
Quien a los
demás trata mal, se porta “como un animal”.
Yo puedo
dialogar, en lugar de pelear,
y si "la
rabia "se me mete, cuento hasta 10..., y le digo: ¡vete!.
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